LA GUERRA DENTRO Y FUERA. LA PAZ EN CADA PASO.

Llevamos dos años de intenso bombardeo informativo, sobre temas de pandemia, que han generado un inmenso sufrimiento en todos los ámbitos de la existencia. Una gran polarización de posturas, se produjo en la población, como consecuencia de informaciones deformadas, intencionadas y contradictorias. La infancia, la adolescencia y la vejez, fueron los más dañados y vulnerables.

Ahora, nos inundan con imágenes de la guerra, miedo y destrucción. Nuevamente, se encoge el corazón de la población. El miedo, la indignación y otras emociones, regresan al escenario de la vida cotidiana. Y reiteradamente, emerge la polarización en la búsqueda de culpables y víctimas, desenfocando como consecuencia de estas escisiones, el problema de fondo:

La guerra, jamás genera Paz. Los cementerios, dan fe de ello.

La guerra, jamás es justificable, porque genera muerte en miles y millones de inocentes.

Y así, entre pandemias y guerras, vamos perdiendo nuestra paz… por dentro y por fuera.

La historia de la humanidad, está plagada de guerras y conflictos. Olvidamos que Rusia o Ucrania, tan sólo son los emergentes de un malestar global que sufrimos día a día, como consecuencia de los poderes perversos de los oligarcas del mundo, de hoy y de siempre.

Nos manipulan.

Mientras, los derechos y libertades, son cada vez más recortados.  Por si fuera ya poco, el “modus vivendi” necesario  para vivir con dignidad, está cada vez más amenazado, debido a  las condiciones socioeconómicas de la población, que son cada vez más precarias y usurpadas. En el otro extremo, se encuentran  los grandes bancos y los ricos sin escrúpulos del mundo, que ven incrementadas exponencialmente sus arcas de la codicia y la avaricia. Su perversidad, les permite justificar las privaciones de la mayoría, con argumentos de escasez energética, guerra o de cualquier índole. Estas élites, nadan en la abundancia, sin duda, pero también se hunden en la ignorancia de los valores humanos elementales.

¿Qué podemos hacer?

Más allá de mantener la mente clara como protección esencial, es también fundamental cultivar la Paz en nuestro interior.

Carece de sentido, posicionarse ante la guerra buscando culpables. Esta actitud, ignora la profundidad de las causas de los conflictos bélicos: Las guerras, son destrucción de la humanidad, y sus valores. Y punto.

Y siempre, las consecuencias atroces, las viven las personas y las criaturas que tan sólo desean vivir en Paz.

Por ello, respiremos y seamos conscientes de que la Paz comienza en nuestro interior, con nuestras actitudes, con el trato amoroso a la infancia y a los más vulnerables.

Con el respeto profundo al regalo de vida y la naturaleza que somos.

Y no olvidemos que la vida, se manifiesta en el Ahora: Tus hij@s y alumn@s, necesitan tu apoyo, confianza y seguridad, para nadar en aguas turbulentas, inciertas y muy cambiantes.

Seamos solidari@s, empátic@s con el sufrimiento, independientemente del color que lo revista.

Protejamos a las criaturas y a la adolescencia, de imágenes violentas y de desesperanza.

Cultivemos la alegría de vivir, pese a todos los obstáculos, incertidumbres, desastres… y seamos coherentes en cada paso que damos en nuestra cotidianeidad, en nuestras decisiones.

Nos ha tocado vivir como humanidad, una gran crisis  de consecuencias todavía desconocidas.

“La Paz, se encuentra en cada paso”. Maestro: Tich Nath Han.

No es posible, Amar sin comprender.

Abraza, sonríe y disfruta de la naturaleza, mientras estemos en esta existencia.

Estos son nuestros Retos y nuestras oportunidades, para seguir creciendo en esta vida.

Yolanda González.

Presidenta de A.P.P.S.I