“MITOS Y REALIDADES: APEGO SEGURO, LACTANCIA Y COLECHO”

PARTICIPACIÓN EN LA PRESENTACIÓN DEL TERCER TOMO DE “PARENTALIDAD Y APEGO” DE LA IAN

Hace cinco años, concretamente en el 2017, El Diario Información realizó una entrevista a Mario Marrone. Acababa de realizar un curso sobre la teoría del apego en el Hospital General de Alicante. Y como acostumbran a hacer los medios de comunicación, utilizaron un titular sensacionalista después de la entrevista: “Criar con apego, no tiene nada que ver con la lactancia prolongada”.

Esta afirmación, que posteriormente Mario matizó en varias ocasiones, despertó una aguda controversia en las asociaciones de “crianza natural”, o “crianza con apego” que sintieron la afirmación como inadecuada. Y este malestar, llegó hasta mí por varios motivos:

El primero: Por defender las investigaciones en “crianza y apego”, de forma explícita, en mis libros.

El segundo: Por defender también la lactancia natural y el colecho si los padres así lo desean, más allá de ideologías o modas impuestas, externas.

En este sentido, y por situar el tema, soy conocedora de la proliferación de asociaciones que se implican en la crianza respetuosa, intentando superar modelos autoritarios e insensibles durante la crianza.

De hecho, he sido invitada en muchas ocasiones, a dar conferencias en estos espacios de crianza, así como en los denominados “hospitales amigos de los niños”, (en la actualidad llamados IHAN), que han sido promovidos por la OMS y Unicef para el fomento de un parto respetuoso y el apoyo a la lactancia materna.

Retomando, la entrevista realizada a M. Marrone, a mí me llegaron peticiones de clarificación de esta afirmación aparecida en el diario mencionado. Conociendo a Mario y también la teoría del apego, realicé varias conferencias en diversos contextos, para clarificar, situar y discriminar conceptos fundamentales de la teoría del apego en relación a la promoción de la salud infantil, “con y sin lactancia materna.”

Mi objetivo esencial fue, y es, presentar las ideas centrales de la teoría del apego, para fomentar un Vínculo seguro en la díada bebé/madre o cuidador principal más allá de una lactancia natural o artificial.

Sabemos que, desde la perspectiva psicoanalítica, y desde la teoría del apego, la convergencia es total en la aceptación de que las experiencias tempranas de la primera infancia, ejercen una influencia significativa y duradera en la personalidad adulta.

Sabemos también, que los M. O. I (mapas cognitivos) muestran una tendencia a la estabilidad y perpetuación de los mismos, pero estos modelos no son rígidos ni terminados, tal y como afirmaba Bowlby. Desde esta condición, podemos realizar programas de intervención, dirigidas a la formación específica del sistema familiar, escolar y sanitario.

En la actualidad, estoy trabajando en la sanidad pública, en el centro de especialidades infanto-juvenil, en la franja de edad 4-18 años, detectando detrás de cada diagnóstico, importantes CARENCIAS, en relación a:

  • La sensibilidad y empatía parental.
  • La Disponibilidad de las figuras parentales, ante las necesidades emocionales en la infancia y adolescencia.
  • La inconsistencia e incoherencia en la respuesta adulta.
  • Y una significativa ausencia en la capacidad y diálogo reflexivo, que dificulta la regulación emocional en los más pequeños, así como la interacción con los adolescentes.

En todos los casos, mi intervención consiste en explorar los Modelos operativos internos de las propias figuras parentales, para después fomentar la empatía, la función reflexiva, y el cuestionamiento de modelos educativos inadecuados.

Por otro lado, en mi larga experiencia, con los grupos de apoyo a la crianza y los grupos de madres/padres, puedo afirmar que éstos cumplen una función ESENCIAL en el fomento temprano, de la salud infantil.

En la actualidad, no sólo realizo este abordaje en la privada (desde hace más de 25 años), sino que también lo hemos implementado en la Unidad de salud mental infantil y adolescente de la Sanidad Pública, con excelentes resultados.

Volviendo a los grupos de apoyo a la crianza, (desde el embarazo hasta los dos años de edad) acuden tanto madres lactantes y sus parejas, como madres y padres con lactancia artificial y también, figuras parentales del mismo sexo. Es decir, está representada la diversidad familiar, presente en la sociedad.

En estos grupos de apoyo a la crianza, la lactancia natural y a demanda es la elegida como modelo de crianza preferente, pero, coexistiendo con familias que eligen la lactancia artificial como opción libre. En ambas opciones, se elabora cualquier prejuicio social o posible sentimiento de culpa.

Llegados a este punto crucial, la pregunta clave podríamos situarla de la siguiente forma:

  • ¿Es la lactancia natural y prolongada, garantía del apego seguro?
  • ¿Lo es la Lactancia artificial?

En ningún caso, el fomento del apego seguro, responde a esta DICOTOMÍA.

Si bien son muchas las investigaciones que resaltan los beneficios de la lactancia materna a demanda y exclusiva hasta los 6 meses de vida (tanto a nivel inmunológico, como cognitivo, y emocional), no es condición suficiente para el fomento de un apego seguro.

Además, recordemos que la Asociación Americana de Pediatría, aconseja la lactancia materna al menos durante el primer año de vida y la OMS, durante los dos primeros.

Sin embargo, las recomendaciones existentes sobre los beneficios de la lactancia natural, no pueden suponer nunca una imposición o deber materno, sujeto a normas externas. El embarazo y la lactancia, deben responder a una libre y consciente elección, sin presiones sociales, que dificulten el establecimiento de un apego seguro.

Por tanto, lo fundamental, es el “cómo” se ejercen los cuidados y la atención a las demandas del bebé.

Es decir, la lactancia natural o la lactancia artificial, si no está acompañada de:

  • Una mirada cálida.
  • De una presencia emocional y disponibilidad materna coherente y consistente.
  • Y de una repuesta sensible y adecuada…

se convierten en lactancias frías y mecánicas, que no cumplen con los criterios que fomentan el apego seguro.

En definitiva, la sensibilidad materna, su respuesta sensible a las demandas del bebé, junto con el propio estilo de apego, son características de la interacción madre-bebé, que contribuyen a la

formación del apego seguro.

Cito algunas paradojas significativas:

  • Criaturas con lactancia prolongada durante 2-3años, con una madre inconsistente en los cuidados, que presentaban un apego inseguro ambivalente.
  • Criaturas con lactancia artificial y madres disponibles, predecibles y sensibles, que desarrollaban un apego seguro.
  • Madres que presentaban un estilo de apego inseguro y con apoyo terapéutico, han favorecido un apego seguro.
  • Y, por supuesto, madres con lactancia prolongada y colecho, pero con una alta sensibilidad materna y total respeto a la progresiva autonomía del bebé, que desarrollaban, apegos seguros.

Para concluir:

– La Lactancia prolongada puede favorecer un apego seguro, y puede ser compatible y no excluyente, siempre que este configurada, por la presencia de la respuesta empática, sensible, coherente y reflexiva de cuidadora principal.

– La lactancia artificial, puede favorecer un apego seguro, siempre que responda a idénticos criterios de cuidado y sensibilidad ejercida por la figura materna o sustituta: de forma coherente, continuada y predecible para el bebé.

La sociedad en su conjunto, (familias, sanitarios, educadores, políticos, jueces y por supuesto los profesionales de la salud), necesitan de la formación en Teoría del apego para fomentar, una sociedad más solidaria, colaborativa y saludable que la actual, priorizando por encima de todo, los derechos de la seguridad emocional, en la infancia y la adolescencia.

Gracias.