Cualquier fecha orquestada por el consumismo dirigido y fijado en un sólo día, no refleja ni puede representar, la complejidad de lo que se señala como día significativo. Sea el amor de pareja o el día de la madre o del padre.
Mas allá de esta consideración fundamental, el día 14 de febrero, puede permitir reflexionar sobre el llamado Amor.
Hay parejas que se aman. Han aprendido a respetarse y disfrutar de la mutua compañia.
Sin embargo, hay muchas otras que viven con frecuencia la confrontación de los egos, o el miedo al abandono o incluso la rutina sin alma, antes de atreverse a explorar otros escenarios vitales.
Amar, es un aprendizaje que requiere un proceso de maduración y puede vivirse en un camino conjunto o llegado el caso, paralelo.
El amor y el miedo son incompatibles.
El amor y el control, también lo son.
Amar, es ver al otro y aceptarlo desde el corazón. O dejarlo ir…
El amor más sagrado, es el que empieza por el respeto profundo a uno mismo, y se extiende al otro, los amigos, la naturaleza y en definitiva a la vida en todas sus manifestaciones.
Hemos venido a aprender a Amar, y superar el miedo.
Estamos aquí, para aprender a Ser Amor.
Largo camino, y gran oportunidad.
Hoy y siempre.