Las denuncias, las manifestaciones de repulsa, la indignación femenina «No, es No»,
son tristemente imprescindibles, sin duda.
Pero son suficientes, para parar esta locura machista?
Los protocolos de protección del gobierno a las mujeres que presentan vulnerabilidad, son necesarias, pero…y ¿suficientes?
Es evidente que NO.
Toda mujer y niña, por el hecho de serlo, es potencialmente vulnerable a la locura del macho herido o el hombre prepotente, que cosifica a la mujer.
La agresión sexual, la violencia machista, la humillación sexista, son un síntoma grave y perverso en nuestra sociedad.
Sin embargo, desafortunadamente no es el único síntoma que revela el grado de enfermedad de dicha sociedad.
La suma de síntomas crece cada día: maltrato a la infancia y vejez, desigualdades laborales y xenofobia, miedo a la diversidad, por no mencionar los atropellos al medio ambiente, entre otros muchos.
Qué está pasando?
A dónde vamos?
Hay muchos factores económicos, sociales, culturales y políticos que intervienen en la posible comprensión de esta destructividad y locura machista.
Pero el mas importante de todos, la Raíz del problema y la solución, están fundamentalmente en la PREVENCIÓN.
Y la prevención, implica generar bases sólidas y saludables desde la EDUCACIÓN en las primeras etapas de la vida.
No se trata tanto de «educar» a la criatura, sino de la coherencia y consciencia en la «actitud» del adulto ante la crianza y la educación en la familia.
Es decir,¿ están presentes , actitudes denigrantes hacia lo femenino? O quizá micro-machismos hacia las niñas?
En el campo educativo, ¿son las actitudes del profesorado en centros escolares, respetuosos con ambos sexos?
Estas actitudes son claves, para transmitir desde el propio ejemplo, bases saludables para la siguiente generación y evitar o perpetuar los valores intergeneracionales machistas en la sociedad.
De poco sirven las lamentaciones ante otra vida sesgada impunemente o ante los miles de callados maltratos.
Se deben tomar medidas inmediatas, también en lo cotidiano:
¿Cómo es posible que los niños de 10 a 14 años, tengan acceso libre a una pornografía basada en el abuso, la violencia y las actitudes perversas hacia la mujer?
¿Cómo es posible que no haya claves de control para el acceso infantil a una sexualidad deformada y aberrante como es la mayoría de la pornografía realizada por hombres contra las mujeres?
Nos controlan por todas partes, y sin embargo no se restringe el visionado de imágenes perversas y violentas en plena etapa de formación pre- adolescente .
¿ Que podemos esperar?
La sexualidad sana, merece un espacio de respeto y de placer mutuo que no se da en la pornografia, y es lamentable que los jovenes recurran a ella para informarse-deformarse, antes incluso de haber experimentado la ternura de un beso.
De poco sirven los parches políticos e incluso la cárcel al violento agresor, si no miramos más en profundidad.
Es Urgente.
Es Ahora.
No más muertes.
Cambios sin demora.
Desde la raíz, desde la familia, la escuela y la sociedad.
Por ellas, por nosotras, por nuestras hijas..y por toda la humanidad.
Yolanda Gonzalez
PRESIDENTA DE APPSI.